Estar atrapado en el tráfico es una de las experiencias cotidianas que afectan a los habitantes de la ciudad. El tráfico es algo que en ciencia se conoce como un “sistema complejo”: el resultado combinado de las interacciones de muchos elementos: vehículos, las calles donde circulan, y señales de tránsito, pero sobre todo del comportamiento y las decisiones de las personas. Cuando una ciudad no tiene un sistema de transporte público de calidad, cuando no tiene aceras y espacios para caminar seguros y agradables, cuando no existe la infraestructura adecuada para moverse en bicicleta, las personas optan por usar el vehículo privado cuando sus recursos económicos se lo permiten. Eso produce el tráfico.
Muchas ciudades han logrado solucionar los problemas de tráfico de forma efectiva diseñando calles y espacios públicos que priorizan a las personas sobre los vehículos, e implementando sistemas de transporte público eficientes, seguros y confiables. Cuenca está aún a tiempo de rediseñar su sistema de movilidad y de devolver las calles a sus habitantes para que todos las puedan usar, tengan o no vehículo propio.
El grupo de investigación LlactaLAB – Ciudades Sustentables de la Universidad de Cuenca ha lanzado la campaña #LaOtraCaradeLaCiudad con el fin de aportar con evidencias al debate de la ciudad para un público amplio. Los datos, cifras y evidencias presentadas están basadas en investigaciones realizadas por LlactaLAB y en publicaciones científicas, académicas y oficiales. Puedes seguir el debate en las redes sociales, en Twitter o Facebook.