Modelamiento de las interacciones entre los factores psicosociales y del entorno con los patrones de alimentación, actividad física, el perfil cardiometabólico y la condición física, en escolares del cantón Cuenca. 2017-2019
Proyecto aprobado dentro del II Concurso de Proyectos de Investigación – REDU, conjuntamente con la Universidad Católica de Cuenca y la Universidad Politécnica Salesiana. Dirigido por el Departamento de Biociencias de la Universidad de Cuenca.
Los factores de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles empiezan a presentarse durante la infancia. En el Ecuador, el sobrepeso y la obesidad afectan al 30% de la población entre 9 y 12 años. Para proponer estrategias preventivas en los niños ecuatorianos es necesario conocer los factores psicosociales y del entorno relacionados con la aparición de conductas riesgosas como una inadecuada alimentación y la inactividad física que en conjunto se relacionan con la aparición de sobrepeso, obesidad y otros factores de riesgo metabólicos poco estudiados en la población infantil ecuatoriana.
El proyecto tiene como objetivo modelar las interacciones entre los factores psicosociales y del entorno con la alimentación, la actividad física, el sedentarismo, la condición física y el perfil cardiometabólico en escolares entre 9 a 12 años de edad en Cuenca-Ecuador.
Por lo que se realizará un estudio transversal de alcance correlacional causal con enfoque mixto cuantitativo y cualitativo, en una muestra representativa de 870 niños de 5 a 12 años de edad que asisten a 30 escuelas del cantón Cuenca seleccionadas mediante un muestreo aleatorio estratificado. Después de la aprobación del protocolo de estudio por un comité de ética reconocido por el Ministerio de Salud, autorización de las autoridades de los colegios y firma de los consentimientos por los padres de familia se realizarán las siguientes actividades:
1) Evaluación del entorno construido y alimentario dentro y fuera de las escuelas a través de mediciones objetivas. Para el entorno construido dentro de las escuelas, se realizará un inventario y caracterización espacial de los equipamientos y facilidades con énfasis de aquellos que permitan y promuevan la actividad física; además se medirán parámetros climáticos (temperatura, humedad relativa, iluminación natural, sonido). El entorno construido fuera de las escuelas incluirá la medición de caminabilidad y los equipamientos que promuevan la actividad física como parques, canchas, etc. en una isócrona de diez minutos alrededor de la escuela con datos levantados en campo y gabinete a partir de las plataformas OpenStreetMap y Google Street View. En el caso del entorno alimentario se realizará la caracterización, conteo y geo-posicionamiento de las instalaciones físicas y móviles que ofertan alimentos dentro y fuera de las escuelas para determinar la disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad del entorno alimentario
2) Evaluación las mediciones directas relacionadas con los niños. Estas mediciones serán realizadas en horario de clase en las escuelas e incluyen:
a) Ingesta alimentaria que será estimada mediante dos recordatorios de 24 horas aplicados en un día entre semana y uno en fin de semana.
b) Actividad física que se medirá mediante acelerómetros durante cinco días consecutivos.
c) condición física para la cual se aplicarán pruebas de fuerza muscular y capacidad aeróbica.
d) sedentarismo que se evaluará cruzando información entre acelerómetros y cuestionarios acerca del tiempo que los niños emplean en televisión, video juegos, computadora y celulares en un día de semana y fin de semana.
e) perfil cardiometabólico que se definirá de acuerdo a los valores obtenidos en las variables peso, la talla, la circunferencia de la cintura, la presión arterial y el porcentaje de grasa corporal de los niños. Adicional en este punto, se tomará muestras de sangre en una sub-muestra de 400 niños para determinar glucosa, colesterol total, triglicéridos, LDL y HDL.
3) Identificación de los factores psicosociales y percepción de entorno los cuales se evaluarán mediante un cuestionario diseñado por los investigadores (al no existir cuestionarios validados para niños) en base a los resultados de 20 grupos focales (N=120-180 participantes) con niños, padres, profesores y personal de bares escolares.
4) Modelar las interacciones entre los factores psicosociales y del entorno con los patrones de alimentación, la actividad física, el sedentarismo, la condición física y el perfil cardiometabólico de los niños. Los datos levantados en los diversos componentes del estudio se almacenarán en bases de datos relacionales que permitan la unión de tablas mediante claves primarias y externas. Los datos relacionados al entorno construido y alimentario que tienen componente geográfica se almacenarán en una geo-database (PostGIS) para permitir así mismo su unión con otras tablas. El análisis incluirá un análisis exploratorio y análisis multivariados para entender de forma general los patrones de correlación entre las variables y evaluar la potencial existencia de autocorrelación espacial. A continuación se construirá un modelo estadístico de interacción entre variables utilizando un modelo de ecuaciones estructurales. Finalmente, se buscarán º relaciones causales que expliquen el modelo obtenido.
Se espera tener como resultado un modelo causal que explique las interacciones y/o asociaciones entre los factores psicosociales y del entorno con la alimentación, la actividad física, el sedentarismo, la condición física y el perfil cardiometabólico en escolares, este modelo permitirá a futuras investigaciones refinar la formulación de sus estrategias encaminadas a la promoción de hábitos saludables en niños de países en desarrollo similares a nuestra población de estudio. Adicionalmente, se generarán materiales de difusión científica y social, además de una base de datos sobre entorno construido / alimentario dentro y fuera de las escuelas, ingesta alimentaria, actividad física, condición física, sedentarismo y perfil cardiometabólico y se propondrán temas para trabajos de titulación de pre-grado y post-grado. Finalmente, se obtendrá información nueva y de alta calidad científica útil para diseñar políticas públicas y estudios experimentales destinados a atenuar los riesgos cardiometabólico y mejorar los patrones alimentarios, actividad física, condición física y sedentarismo en niños de 9 a 12 años.